INGREDIENTES
- 6 láminas gelatina
- 50 g galletas maría
- 100 g crocanti de frutos secos
- 60 g mantequilla
- 1 sobre preparado para cuajada
- 120 g azúcar glas
- 75 g leche
- 400 g queso blanco para untar
- 125 g yogures
- 5 ciruelas
- 50 g mermelada de melocotón
PREPARACIÓN
Cubre la base de un molde de unos 20-22 cm con papel sulfurizado para evitar que la tarta se pegue. Sumerge las hojas de gelatina en un bol con agua fría para que se hidraten.
Tritura las galletas y mézclalas con el crocanti de frutos secos y con la mantequilla fundida. Coloca esta masa en la base del molde, repartiéndola uniformemente y presionando para que quede compacta. Introduce en la nevera y reserva un mínimo de 30 minutos.
Mezcla la cuajada en polvo con el azúcar glas y la leche hasta que se disuelva. Pon a fuego medio la mezcla anterior, junto con el yogur y el queso crema, y mezcla hasta que empiece a hervir.
Escurre las láminas de gelatina, añádelas y remueve hasta que se integren por completo. Vierte la crema resultante sobre la base de galletas. Y refrigera durante un mínimo de 2-3 horas para que cuaje del todo.
Desmolda la tarta con cuidado y decórala con las ciruelas lavadas y cortadas en láminas. Y para darle un toque más untuoso, calienta un poco la mermelada y pincela la superficie.
El truco: Si quieres hacer el crocanti, tuesta un poco unos frutos secos picados. Luego, añade azúcar y remueve hasta que empieze a caramelizar. Extiéndelos bien sobre papel de hornear, y ve removiendo para que se separen mientras se van enfriando.