
No habrás probado una tarta mejor que esta de queso con manzana y nueces caramelizadas. La textura es deliciosamente tierna, porque se prepara al horno al baño maría.
INGREDIENTES
- 900 g queso blanco para untar
- 1 cda vainilla
- 170 g azúcar
- 4 huevos
- 3 manzanas
- 50 g nueces
- 15 g azúcar
PREPARACIÓN
Precalienta el horno a 160°. Forra la base de un molde desmoldable, de unos 22-24cm de diámetro, con papel sulfurizado para que la tarta no se pegue.
Bate a baja potencia el queso crema junto con la vainilla y los 170 g de azúcar. Añade los huevos de 1 en 1, batiendo con cuidado y asegurándote con la espátula de que todos los ingredientes quedan bien incorporados.
Vierte la mezcla en el interior del molde y ponlo dentro de una bandeja con agua, que llegue hasta la mitad del molde, para cuajarla al baño María.
Hornea la tarta unos 30- 40 minutos; deberá estar temblorosa por el centro. Retira del horno y reserva en la nevera de 10-12 horas antes de desmoldar.
Para hacer la cobertura, pela y descorazona las manzanas. Córtalas en láminas finas. Saltéalas en una sartén junto con los 15 g de azúcar restante y las nueces hasta que veas que las láminas de manzana ya están doraditas.
Cubre la tarta con las láminas de manzana formando círculos concéntricos. Y decora con las nueces caramelizadas.
El truco: Decora la tarta formando círculos concéntricos, desde fuera hacia adentro, con láminas de manzana superpuestas. Y completa la decoración repartiendo por el centro y el contorno nueces caramelizadas previamente troceadas.