
INGREDIENTES
Para la masa quebrada
- 250 g harina
- 180 g mantequilla con sal
- 25 ml leche
- 1 yema de huevo
- 5 g sal
- 5 g azúcar
Para el relleno
- 250 g chocolate negro fondant
Para el relleno
- 400 g queso ricota
- 80 g azúcar glas
- 1 cda aroma de vainilla
- 200 g nueces picadas
- 50 g cacao en polvo
PREPARACIÓN
Para hacer la masa quebrada, bate la harina junto con el azúcar, la sal y la mantequilla hasta que la mezcla quede granulada y arenosa. Añade la yema de huevo y la leche y bate hasta que la masa no sea pegajosa. Termina amasando a mano.
Forra un molde de unos 20 cm con papel sulfurizado. Estira la masa con un rodillo hasta que tenga un grosor de unos 5-6 mm y forra la base y las paredes del molde con ella. Reserva en el congelador entre ½ hora y 1 hora.
Precalienta el horno a 200°. Bate el queso junto con el azúcar glas y la vainilla. Cuando la mezcla sea homogénea, incorpora las nueces picadas y mezcla ligeramente.
Funde el chocolate al baño María y añádelo a la mezcla anterior. Viértela encima de la masa congelada y alisa la superficie.
Baja la temperatura del horno a 180° y cuece la tarta durante 1 hora. Antes de desmoldarla, déjala enfriar sobre una rejilla. Y para decorar, espolvorea la superficie con cacao con ayuda de un colador fino y dando ligeros golpes para que vaya cayendo poco a poco.
El truco: El truco para decorar la superficie de la tarta es poner el cacao en un colador fino y pasarlo por encima mientras vas dando ligeros golpes con los dedos en el lateral. De este modo, el cacao irá cayendo como una lluvia de forma repartida y uniforme.