
En lugar de preparar una gran tarta de pastel de queso, prueba con nuestra receta de cheescake en otro formato, en vasitos, también con base de galleta triturada y cubierto de arándanos.
INGREDIENTES
Para la base
- 100 g galletas digestive
- 1 pizca sal
- 40 g mantequilla
Para la crema
- 250 g queso blanco para untar
- 30 g azúcar moreno
- 1 cdta esencia de vainilla
- 200 ml nata para montar
Para la mermelada
- 250 g arándanos
- 125 g azúcar moreno
- 1 cda zumo de limón
Para decorar
- 100 g arándanos
- 40 g moras
PREPARACIÓN
Prepara la mermelada el día anterior. Sumerge los arándanos en un cuenco con agua fría 5 minutos. Escúrrelos bien, disponlos en un cazo y espolvoréalos con el azúcar. Tapa y deja en la nevera varias horas.
Pon el cazo al fuego, agrega el zumo de limón y cuece a fuego suave 30 minutos, removiendo de vez en cuando, hasta que la mermelada empiece a espesar. Viértela todavía caliente en un tarro de cristal limpio y esterilizado. Llénalo hasta el borde, ciérralo herméticamente y cuece al baño maría 20 minutos. Espera a que la mermelada se enfríe y guárdala en la nevera hasta el momento de utilizarla.
Tritura las galletas con la picadora o con el robot de cocina. Pásalas a un cuenco, agrega la mantequilla derretida, la sal y 1 cucharadita de agua, y mezcla hasta que obtengas una pasta homogénea. Repártela en el fondo de 4 vasos de cristal de boca ancha.
Dispón el queso en un cuenco, con el azúcar y la vainilla, y bátelo 2 minutos. Monta la nata bien fría con varillas y añádela al queso, con movimientos envolventes. Rellena con esta crema una manga pastelera con boquilla lisa, y distribúyela en los vasos, sobre la base de galleta. Reserva en la nevera.
Lava los arándanos y las moras, y sécalos con papel de cocina. Disponlos en un cazo, con 4 cucharadas de la mermelada preparada y 1 de agua, y calienta 2 minutos, removiendo. Espera a que la preparación se enfríe y cubre con ella la crema de queso. Deja los vasitos en el congelador entre 15 y 30 minutos antes de servirlos.